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Método de diálisis: Hemodiálisis.

Conocí a un ser lleno de luz que fué mi nexo de conexiòn con esta técnica. Lo tenía en casa. Sí, se puede tener en casa. Pero después de pasar por la peritoneal, decidí sacar todo lo que a los peques les recordara que mamá necesitaba gasolina. No por nada. Pero necesitaba una normalidad y no recordar el fracaso que supuso la peritoneal para mi.

Pasé a la hemo (la voy a llamar así para abreviar) de golpe y porrazo. La hemo es una terapia de sustituciòn renal. Un tratamiento médico que consiste en eliminar de manera artificial todas las sustancias nocivas que hay en la sangre, y que de manera natural salen a través de la orina, mediante un riñòn artificial.

Estaba en casa preparando las maletas para irnos a recoger a Jimena, que había pasado el verano con mi hermano en Monòvar (Alicante) e Ylle estaba preparando seitán para llevarlo y tener comida. Luego bajaría a por Unai y a dejar a Kratos a casa de los abuelos. Como no necesitaba mi ayuda, decidí echarme una siesta y al despertar ya no pude levantarme. El día anterior apenas había drenado bien, llevaba una semana con la peritoneal diurna (post anteriores) y no paraba de recibir señales… Pero no lo supe ver…

Corre que te corre al hospital y diagnòstico claro: peritonitis (de nuevo, en menos de 15 días de la primera)…

Había que sacar una muestra del líquido que tenía dentro y despuès de 1 hora lo consiguieron, a base de hacerme daño, todo sea dicho.

Llevaba sin comer un día y esa noche ya no cené, al día siguiente me operaban de urgencias para ponerme un cateter temporal. El cateter es usado para mover la sangre desde la máquina de diálisis. 


«Vale! No pasa nada, lo he intentado» pero realmente estaba asustada. Esta técnica siempre me había causado temor, repelús, y todo el mundo sabría que estoy enferma. 

Esa misma noche me realizaron una corta sesiòn y me enfrenté por primera vez a la máquina: 

  Ahora entendéis por qué me daba reparo? Mi sangre sale de mi cuerpo, aunque no está fuera más de un cuarto de litro. Pero oye, mi sangre es mia y las máquinas pueden fallar… Pero no, todo està bajo control.

Al cabo del tiempo es aconsejable hacerse un catéter arteriovenoso 

 que yo no me voy a poner al tener el trasplante a la vuelta de la esquina. Los nefròlogos es lo que recomiendan, ya que las infecciones vs al que yo tengo son menores. 

Una vez que comencé el tratamiento, vi como perdía los kilos que tenía en líquidos. Mis sandalias me valían. Volvía a tener dedos en los pies en vez de bolitas… Mi cuerpo cambiò. Mejorò. Cero cansancio. Respiraciòn estable. En fin… Que todo fué a mejor…. A veces salgo cansada, pero me voy a trabajar, necesito hacerlo. Dicen que 4 horas de diálisis es como 4 horas de ejercicio intenso…lo verifico.

Lástima que la única soluciòn a esto sea un transplante. 

Pero hay que aprender a vivir con ello. Son cosas que pasan. Pero la vida es tan bonita, que merece la pena vivirla de cualquier manera y los años que estemos aquí, los disfrutemos y saquemos todo lo malo de nuestro universo. 

Nunca os deis por vencidos! 

Eso le digo cada día a mis compañeros de tratamiento. 

Si conocéis a alguien que se encuentre en prediàlisis, hacerle llegar mis post sobre ello. El miedo es poderoso, pero las historias ayudan, y mucho.

Si yo no me hubiera cruzado con ella (una paciente de hemo) en la sala de ecografías, jamás hubiera mirado con buenos ojos esta técnica. Y ahora la defiendo a ultranza.

Sed felices!!!

  
 

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